El análisis de heces es una serie de pruebas que se realizan en una muestra de heces (materia fecal) para ayudar a diagnosticar ciertas afecciones que afectan el tubo digestivo. Estas afecciones pueden incluir infección (como de parásitos, virus o bacterias), absorción deficiente de nutrientes o cáncer.
No aplica.
No se requiere ninguna preparación especial por parte de la persona que ha de proporcionar la muestra de heces, pero sí se han de tener en cuenta las siguientes observaciones:
Las heces son el producto final de la digestión y constan de componentes alimentarios, jugos digestivos y células de la mucosa intestinal; aproximadamente la mitad son bacterias. En el análisis de heces, se evalúa las deposiciones en cuanto a su naturaleza (consistencia), color y peso. La prueba de heces puede orientarse hacia bacterias como la salmonela, shigella, yersinia, campylobacter y otras. Las muestras repetidas de heces, generalmente en tres días diferentes, aumentan la tasa de detección de los patógenos.
El análisis de las heces es una de las técnicas diagnósticas de uso frecuente en medicina. Proporciona información muy valiosa para:
Los resultados quedan a cargo del laboratorio y del doctor que lo este atendiendo.
Existen diferentes métodos de análisis de las heces, cada uno de los cuales tiene su finalidad específica. Son los siguientes:
Estudio bioquímico: mediante el que se determinan las características generales de las heces: color, consistencia, acidez, etc.
Prueba del guayacol: que permite detectar la presencia de pequeñas cantidades de sangre oculta en las heces (no es visible a simple vista) y mezclada con ellas. La detección de sangre oculta en heces también se puede realizar mediante el uso de tiras reactivas que en algunos países se venden en las farmacias.
Estudio microbiológico: llamado en terminología técnica coprocultivo (cultivo de las heces), con el que se estudia la posible existencia de una infección y se identifica el germen causal.
Estudio parasitológico: mediante el que se puede detectar la presencia en las heces de larvas y huevos de parásitos que podrían estar causando enfermedades en el tracto digestivo.